jueves, 2 de julio de 2009

Andrea (1º parte)

Salud, dinero o amor. Por suerte o por desgracia, no está en nuestras manos decidir cuales tendremos y cuales no, pero sí podemos decidir cual prima sobre las demás. Mi nombre es Andrea y mi vida no ha sido lo que se dice fácil.

Soy hija única de un matrimonio por conveniencia. Así que como comprenderéis, para mí el amor no tenía significado ni significante. Mi madre, descendiente de un rico industrial, fue obligada a casarse, con sólo 18 años, con el hijo de un cacique corrupto, 20 años mayor que ella. Era otra época. Eso hoy en día, en nuestra sociedad es impensable, pero hace 50 años estaba a la orden del día. La boda tenía como único objetivo aunar fuerzas y hacerse los más fuertes de la zona, con el dinero de mi madre y los contactos de mi padre. Y la única forma de que eso funcionase y que nadie desconfiase era unir las familias. Pero los trapicheos familiares no son el tema que me trae aquí. Eso lo dejo para próximas ocasiones. Tal vez volveréis a saber de mí. Dicen que el mundo es un pañuelo, aunque para mí siempre estuvo lleno de mocos.



Mi madre siempre intentó que yo fuese feliz, pero jamás lo logró. Era débil y vivía amargada bajo el yugo del hombre que me trajo al mundo, pero siempre tenía besos y sonrisas para mí. Decía que yo era lo único bueno que había hecho en la vida. Sin embargo, no puedo referirme a él como mi padre, porque desde que nací me rechazó. Nunca me quiso, sólo me utilizó. El parto fue complicado, a punto estuvo mi madre de perder la vida. Por suerte sólo perdió el útero y con él las posibilidades de volver a concebir. Cómo una mujer iba a estar al frente del imperio le gritaba en ocasiones. El ogro (así le llamaba de cría) quería un varón y yo simplemente fui un error al que pronto apartó de su camino. Un juguete que mostrar ante visitas y al que al rematar la fiesta tiras de nuevo dentro de su caja. Hasta la próxima.


Mi madre procuró que mi niñez fuese lo más normal posible, pero tampoco lo consiguió. Cómo iba a ser normal cuando una noche si y la otra también oía, escondida entre las mantas, los gritos del ogro y los sollozos de mi madre. El maquillaje ocultaba el resto. No comprendí lo que acontecía hasta tiempo después. En un matrimonio amañado el amor no existe y por tanto el sexo nunca es deseado. Él bebía intentando olvidar sus negocios(a veces creo que tampoco él quiso llevar esa vida pero se la impusieron como a mí) y al llegar a casa obligaba a mi madre a cumplir sus más básicos deseos. Vamos, hablando claro, ella fue fruto de sus continuas violaciones. Entenderéis ahora porque el amor no tenía significado para mí. Lo cobró años después, con mucho esfuerzo y horas de terapia. Pero mi vida amorosa hoy tampoco es el caso.

Para mi madre el amor hacia mí fue lo que la ayudó a sobrellevar su tortura. Yo era la que la mantenía a flote. Mi amor era su prioridad. El dinero nunca le importó, porque jamás le hizo falta. Dicen que no echas de menos algo hasta que estás a punto de perderlo y ella tuvo más dinero del que necesitaba. Y la salud, fue mi padre el que se la quitó. Una caída accidental y un golpe con un cajón. Esa fue la versión oficial. Nadie creería a una niña de 7 años, cuando dijese que su padre había matado a su madre con un palo de golf y aunque me creyesen mi padre lograría con dinero o matones silenciar a cualquiera que lo contrariase. Vi toda la escena escondida tras la puerta y vi como mi padre lloraba ante su tumba intentando parecer un desconsolado viudo, sabiendo que si ella estaba allí era por su culpa. Ese día mi odio hacia él empezó a crecer. Juré que jamás querría al hombre que me había robado a mi madre, jamás lo ayudaría ni tendría piedad con él. Y así lo hice y no me pesa. Cada uno tiene lo que se merece.

Mi padre se movía sólo por dinero. Estaba obsesionado con el poder y para conseguirlo pisoteaba a quien fuese. Sólo dinero y más dinero. Esa era su prioridad. El amor y la salud no existían en su escala de valores. Tras la muerte de mi madre, me envió a un colegio interno. Para mí fue un regalo. Así estaba lejos del infierno. Estuve allí hasta lo 18 años, momento en el que la universidad fue mi balsa para seguir a flote y no volver a casa.

Una noche, en mi quinto año de universidad, llamaron a mi puerta. Era el hermano del ogro. En el tiempo que estuve lejos de la casa, no quise saber nada de ellos. Estaba viviendo mi vida y no formaban parte de ella. Venía a buscarme. CONTINUARÁ

16 comentarios:

Juan dijo...

La verdad es que andrea se merecia un blog para ella sola. Jajaja, he estado atento como vigilante no. Me alegro de ser el primero en ignagurar tu blog. Un besazo.

Calvarian dijo...

No dejes de escribir...órdenes de Calvarian. No puedes negarte jeje. Admiro la facilidad con la que creais un blog. Joerrr con lo que me costó hacer a mi mi pequeña chapuza jajaja

Bésix y ánimox

YAIZA dijo...

Seo he roto mi descanso para leerte y decirte que Andrea ademas de un blog se merece el cielo, por la vida que ha llevado.
Espero el siguiente capitulo.

Besos.

inmensosvacios dijo...

Me gusta.
Te sigo!
Un besazo!

Verónica dijo...

Me alegra ver que has abierto otro espacio y digo mas Andrea se merece uno en exclusividad....

Ne ha gustado muchisimo...

besotes de esta peke.

pd. te espero como siempre por mi rincon con tu taza de cafe, si gustas...

aldhanax dijo...

Me encanta!! No lo conocía y lo leí muy atentamente. Pobre Andrea, la verdad me sentí muy identificada en su vida.
Te seguiré atentamente!!

Unknown dijo...

hermoso! me encantó...

leoriginaldisaster dijo...

muy interesante^^
un beso:)

Colapso. dijo...

Me ha encantado! Escribes genial y la historia promete asi que te sigo :)

Un besazo.

Dejame que te cuente dijo...

que historia...¡¡
estare atenta a la segunda parte...
besos seo...

ArcoIris dijo...

Esto parece muy interesante...espero que sigas pronto
Un beso

Anónimo dijo...

Me gusta muchísimo.

lys dijo...

Es una historia bien escrita, el tema es de una realidad aplastante.

Un beso.

Atenea dijo...

Una historia de tristeza. A todos los ogros deberíamos "machacarlos".
Besitos

Ktico dijo...

impresionante el tema y la forma como lo escribes... me ha encantadooo tu nuevo blog

Neverknowsbest dijo...

Bueno, pues ya he empezado.

Me ha gustado mucho y pienso ir capítulo tras capítulo.

Definitivamente, Seo, lo que escribes ahora no es lo que leía antes. Es de otro color más agrio, más empañado por el calor de las lágrimas y más autoconsciente, según yo lo veo. Porque me gusta, voy a ser tan crítico con esta historia como lo soy de cada libro que leo, cuyos autores son grandes y consagrados.

Seo, sigue así que te veo en editoriales... y no estoy dorándote la píldora como hacen muchos blogueros... esto es más personal.